Un nutrido grupo de vecinos de Uspallata viajó hasta la capital mendocina para solicitar la aprobación del proyecto minero San Jorge. Desde temprano, cerca de 300 habitantes de la villa se encuentran en el microcentro y hacen oír su reclamo a favor del emprendimiento porque, según dijeron, "nos traerá trabajo, educación y dignidad a todos".
Esta mañana un grupo de alrededor de 300 personas provenientes de Uspallata, Potrerillos y alrededores, arribó al kilómetro 0 de la Capital de Mendoza. Se trata de vecinos autoconvocados que solicitan la aprobación del proyecto minero San Jorge, empresa cuya DIA (Declaración de Impacto Ambiental) ya tuvo luz verde por parte del Gobierno provincial y ahora se encuentra a la espera de un postergado permiso Legislativo.
Los vecinos se reunieron en la intersección de Avenida San Martín y Peatonal, entregaron a los transeúntes panfletos con la leyenda "Uspallata dice SÍ a la minera San Jorge" y corearon frases tales como "sí al trabajo y al desarrollo de nuestro pueblo".
El plan de los uspallatinos consiste en recorrer las sedes de los distintos partidos políticos y otras instituciones, para finalizar luego con el reclamo en la Municipalidad de Las Heras.
Teodora Anzorena, una vecina presente en la manifestación, dijo: "estamos apoyando al proyecto San Jorge porque en Uspallata hay una gran necesidad de trabajo y progreso. Nosotros somos un grupo que representa a otros muchos que no pudieron venir pero que también están a favor".
Y agregó también que "somos abuelas, mamás con hijos sin trabajo y pocas posibilidades de estudio, porque en las chacras te pagan mal y en negro. Los chicos deben irse a otro lado en busca de mejores oportunidades y nosotros no queremos que se nos vayan".
"Queremos que las autoridades nos escuchen como escucharon a la gente que está en contra de la mina. Esta es la primera vez que hacemos nuestro reclamo masivamente", dijo Teodora.
"Yo quiero que mi hijo pueda seguir estudiando y tenga una fuente de trabajo como cualquier persona", reclamaba una vecina de Potrerillos.
Patricia Rosanas, otra vecina de la villa, dijo: "Venimos a defender las fuentes de trabajo y la igualdad. Vivimos en la frontera y es poco lo que se acuerdan de nosotros. El trabajo que abunda en Uspallata es en negro, no tenés aportes, obra social y te pagan lo que pueden".
"Es muy fácil hablar desde acá o desde tu casa cuando llegás, prendés la estufa y tenés gas natural, por ejemplo. Pero cuando tenés que comprar leña o un tubo que te sale doscientos pesos, como debemos hacer nosotros, ahí recién empezás a entender cómo son las cosas. La mayoría no puede seguir estudiando, porque no tenés cómo mantenerlo", comentó.
"Los alquileres no bajan de 700 pesos y no hay cómo pagarlos. No hay casas disponibles ni infraestructura decente", aseguró Víctor Morales.
Rosanas agregó luego que "no hemos salido antes a hablar porque no somos de ir a romper todo a la legislatura y agarrar a patadas un sillón, pero deben saber que la gente que se declara antiminera no es el cien por ciento del pueblo, no se confundan. Que ellos digan que son la voz del pueblo, es una cosa. Pero no son la voz de nosotros", exclamó Mario Castillo.
Fuente: Mass Mining
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