Escoriales de cobre ¿Su futuro en la construcción?

Atacama es una zona cuprífera por excelencia, en comienzo se extraía el mineral de forma artesanal y hoy protagonizado por grandes transnacionales del área. El proceso de extracción es complejo desde que se comienza con el material desde la tierra hasta que es procesado para lograr su venta. Durante este recorrido surgen varios desechos; uno de ellos  el escorial de cobre. Y es este remanente que no es utilizado y generalmente olvidado en diversos lugares de la región, práctica que era habitual en la antigüedad. Por eso un proyecto de dos docentes de la Universidad de Atacama busca reutilizar los escoriales. Fomentar su uso a nivel de construcción y con ello darle una utilidad a esos escombros que están por toda Atacama. 

A nivel mundial ya existen empresas que comercializan las escorias de cobre para la fabricación de hormigones y morteros de cemento con bastante éxito. Incluso se ha publicado en China, un manual técnico para el uso de escorias de cobre en la construcción. 

Según indica el  el profesor Amin Nazer  del Instituto Tecnológico, uno de los precursores del proyecto junto a Osvaldo Pavez  del Depto. de Metalurgia de la UDA, la idea fundamental del proyecto es una temática que tenga que ver con el medio ambiente, “Chile es un país netamente minero entonces los escoriales de las fundiciones y esos han quedado ahí desde el 1800, incluso antes de la Colonia, fundiendo por las españoles y  no se les ha dado un uso”, precisa el profesional.

Proyecto

El docente explica que su propuesta consiste en usar los escoriales de cobre en la construcción, “lo que nosotros queremos hacer es una propuesta para que se les de un uso, por ejemplo en el reemplazo del ripio y de la arena de forma parcial”, señala Nazer.
Los profesionales de la UDA, ya han hecho algunas pruebas con escoriales de Paipote lo que les ha permitido participar en talleres y pero ahora la intención es testear la iniciativa, “Hemos ido probando la, resistencia ha sido bastante buena en relación a lo que se hace con arena y ripio”. Los resultados han mostrado que el uso de este material incrementa la resistencia a la compresión de los hormigones, para dichas pruebas se ha utilizado escorias de Paipotes

Por eso destaca que el proyecto, financiado por el Gobierno Regional mediante un Fondo de Innovación para Competitividad del FNDR, permitirá probar su teoría, cuantificarlo y posteriormente hacer las pruebas. 

En la actualidad el proyecto está en etapa de recopilando de base datos, por este motivo los docentes se han trasladados a diferentes lugares de la región para hacer un catastro. “Hemos ido a lugares históricos, muy antiguos y hemos recopilado la información para saber dónde estaban”, relata el docente.

Algunos de estos recintos son el sector de Quebrada las Ánimas, Puquíos, Camarones en Vallenar, “pero aún no visitamos todos los lugares”, finaliza Nazer.

Fuente: El Que Hay