domingo, 17 de abril de 2011

La relación de la minería y la vitivinicultura

Un hombre del vino sin miedo a la minería

Carlos Tizio, es un verdadero personaje de la vitivinicultura argentina, el hombre que administra quizás uno de los proyectos más importantes y con mayor trascendencia internacional como es Clos de los 7. Pero su aval es mucho más profundo que eso, sus doce años en el INTA, sus capacitaciones permanentes en el exterior después de que se recibiera de Ingeniero Agrónomo en la Universidad Nacional de Cuyo, su experiencia de largos años en Norton, lo transforman en una voz autorizada.
Pero además tiene una virtud que, seamos realistas, la sinceridad a prueba de todo. En más de una hora con Entorno Económico en el bar del Sheraton Hotel, dejó varias definiciones que sorprenderá a muchos lectores
La charla arranca con la historia de la llegada de Michel Roland a la vitivinicultura argentina de la mano no de un mendocino sino de un salteño Arnaldo Etchart y de la posibilidad de que la fuerte influencia de Roland nos termine transformando en rolanddependientes pero Tizio es claro;  “Las nuevas generaciones  están expuestas a las cosas dulces, ricas, redondas que pegan muchísimo con lo que nosotros estamos haciendo con los vinos, antes vos tomabas un champagne de esos más ácidos, vinos mas duros. Hoy cambio, cambio la velocidad de la sociedad, de  los chicos,  de nosotros, ya no se guardan los vinos, queremos que las cosas nos den placer ahora”
Después es fácil saltar a un tema menos ameno, porque para seguir esta línea hay que invertir, hay que crecer y eso a veces es demasiado difícil en estas tierras “Yo se lo advertí a un ministro de esta provincia, a Gabriel Fidel, le dije ustedes tienen que prever que todas las inversiones que vienen necesitan energía, necesitan una bomba, necesitan dónde enchufar un pozo, hoy eso sigue sin estar, tenemos muchos problemas”.
¿Hasta cuándo resiste la vitivinicultura de Mendoza seguir recibiendo inversiones si no se acompaña con infraestructura?
Hasta que no haya más corriente. Hay inversores de gente del país y de afuera que están viendo lugares, fincas, bodegas y que les dicen vas a tener que tener una bomba, vas a tener que perforar 250 metros, y con los problemas de tensión que tenés o siendo cola de línea olvídate.
Nosotros somos cola de línea en Clos de los Siete y tenemos problemas de tensión que se nos queman bombas en la bodega hacemos los reclamos que corresponden, por supuesto, pero no es estar reclamando y que te lo  vuelvan a reponer. Hay momentos que por falta de tensión no podemos hacer andar los pozos y tenemos trece perforaciones. Dependemos de cablecitos y de cosas que atamos con alambre. En el riego por goteo para que al gotita llegue a al planta cada día tenés que tener la energía, que funcione el pozo. Te quedás dos días sin riego en este suelo arenoso etcétera y empezá a temblar.
Es muy importante por que tenemos potencialmente agua y no tenemos el riego, o sea es un factor de fracaso.
¿Qué otras cosas ven ustedes con los mismos problemas que esto?
Por ejemplo los caminos. Acá tenemos los pioneros que ahí hecho esos caminos bárbaros con esos túneles de plátanos. Algunos decían que hacían los caminos hasta la puerta de su propiedad porque tenían la plata, pero exactamente esos caminos iban a donde salía la producción. Bueno ahora tenemos que hacer lo mismo. Estamos quince años haciendo la doble  vía, cada vez que voy y vengo a la bodega digo, no puede ser estamos en el siglo 21 y estamos con un camino angostito prácticamente desde El Carrizal hasta Tunuyán y las colas de autos detrás de los camiones cargados y los accidentes. Y vos ves el potencial, no el potencial la realidad de crecimiento
Es como la educación porque no volvemos a Sarmiento que imagina un país para  cincuenta o cien años y leía a la luz de la vela. Bueno imaginemos un país para cincuenta o cien años tenemos todo la información, todo para hacerlo, en aquella época no fue fácil, al contrario fue muchísimo mas difícil de lo que seria ahora.
En estos días hubo un guiño de la Nación a la actividad minera en Uspallata y en conjunto la licitación del camino de esa zona a San Juan. ¿Ustedes temen que se cambie el perfil productivo de la provincia?
Yo creo que hay que implementar todos los perfiles posibles que sean positivos para la provincia. La  minería trabajada con la tecnología para no contaminar es posible como es posible en muchos países del mundo y debemos hacer los esfuerzos para desarrollar esa minería.
Si se hacen las cosas con claridad y con conocimiento y se aplican las técnicas como corresponde hay  que desarrollar ese frente, ¿cómo no lo voy a desarrollar?
Cómo no voy a desarrollar la fruticultura, la industria del tomarte, hay que desarrollar lo que sea,. Acá no es tal actividad contra otra, hay que desarrollar lo que sea. Hay que pensar, están los conocimientos y el desarrollo para hacerlo y si no va para los estandares que uno quiere hacer hay que decirle, bueno esperen cuando vengan con este estandard vemos. Es  decir hay que decirles no me vengan con los estandares del 40 vénganme con los estandares de Canadá de 2009 .
Pero cuando se plantean estos temas salen los fundamentalismos o las acusaciones de intereses
Siempre los hay, pero hay que hacer trascender la información, lo que se sabe  y allí otra vez volvemos a la educación, charlas y charlas, reuniones, explicaciones. Es lo que hay que hacer; educar a la gente a través de los argumentos y los conocimientos serios y científicos que se tienen.
Volvamos a la vid, ¿cómo viene la cosecha?
Viene bien, adelantada, pero bien con buena madurez y buena salud, por ejemplo febrero el mes mas lluvioso en Mendoza nosotros tuvimos solo 0,4 milímetros, sí con temperaturas un poco superiores a las normales pero constantes, no con picos de 40 pero 30, 32,33 estables, por eso la maduración anticipada.
Viene muy bien, buena maduración, buenos aromas pero una de las cosas que tenemos que tener en cuenta en algunos lugares que hubo deshoje etcétera del lado del oeste madura distinto el racimo y creo que vamos a una insolación más fuerte, quilas por el calentamiento global y los cambios de climas, entonces hay que pensar que tenemos que empezar a jugar  y pensar en una vitivinicultura protegida
Cómo ve el escenario del 2009, lo definiría como de incertidumbre…
Yo no se si hay tanta incertidumbre, por allí uno se asusta pero creó que estamos en una oportunidad hacia el camino de la consistencia de la calidad y reafirmarla. Vamos a quedar muy bien en el mercado porque tenemos un segmento de precios donde la gente baja de otras alturas y se encuentra con vinos argentinos de muy buena calidad.
Hay que trabajar en la consistencia en valores y muy buena calidad para tomar todo ese mercado que viene bajando
Por allí dejaran de ir al restaurante para consumir vino en la asa y en la casa empiezan jugar a ver, a buscar. En el caso de Clos de los Siete  nosotros hemos mantenido, y es mas, vemos que lo que teníamos proyectado por allí se nos va acabar  antes. En Estados Unidos siguen las órdenes, en Canadá siguen las ordenes, de Brasil también. O sea es un momento importantísimo para reafirmar en calidad.
En este momento, desgraciadamente tengo que decir por suerte el 90 %  de las empresas son internacionales, porque hay exigencias de calidad que no decaen.
Es un latiguillo de la gente de la vitivinicultura que los conflictos, las noticias sobre la Argentina complican el mercado exterior. ¿Es realmente así?
Yo creo que si trabajamos bien nos puede complicar muy poco. Sí se puede complicar el mercado interno que es  mucho más celoso en  cuidar el bolsillo, nuestro mercado es muy parecido al europeo, conocen el sufrimiento y se cuidan rápidamente. Conocen los momentos de angustia o los momentos críticos. El americano tiene más inercia en gastar.
Ahora la misma relación que se hace del mercado interno no puede servir para el mercado interno, gente que busque un placer más duradero en una botella de vino que en una cerveza
Creo que tienen que ser productos que agraden a esa gente acostumbrada a tomar cerveza, sobre todo los más jóvenes. En el mercado interno nosotros tenemos una gran deuda de mejorar nuestros vinos comunes, que en cierta forma hay bodegas que la vienen saldando muy bien sobre todo con los jóvenes con los vinos frescos, frutados, los frizantes. Allí tenemos mucho que trabajar en ver para adelante, hacía dónde va a ir el mercado.
Y para ello volvemos a la educación, a la investigación…
Creo que es fundamental la educación y la investigación, el desarrollo.
Como  comunidad vitivinícola qué tenemos que hacer. Bueno a ver vengan los mejores alumnos de enología, de agronomía, de esto de lo otro, vamos  a ver los temas que tenemos que estudiar, avanzar, vamos a capacitarlos dos o tres años afuera y después los traemos con un muy buen sueldo, con un lugar de trabajo y un muy buen lugar para ivestigar. Tenemos que formar cabezas para los próximos 20 o 30 años. Es muy sencillo mantener a los investigadores, son tipos que les gusta vivir bien y desarrollar su investigación y eso cuesta muy poco, la gente no se da cuenta de eso. La comunidad empresaria se tiene que dar cuenta de esto,  de invertir en hacia delante, para tener conocimiento, para ganar hacía adelante.

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